lunes, julio 22, 2013


Religión y política

Crea y predique lo que quiera, pero por favor no me joda!


Para alegría de algunos, tristeza de otros e indiferencia de la gran mayoría: he vuelto. "I'm back" como diría don Arnold. ¿Qué me trae de vuelta? Quizás los últimos sucesos de importancia que han sucedido: un gobierno "de excelencia" que llega a su fin, pero que se mandó varias frases para el bronce durante los últimos meses; movimientos sociales emergentes por todos lados; y una contingencia tragicómica que sencillamente no se puede obviar. Esto es, en suma, un acontecer nacional que merece ser comentado y analizado desde mi particular mirada. Más de cinco años han pasado desde que escribí mi último posteo en esta página y por lo tanto la pregunta cae de cajón: ¿Qué ha cambiado en mí respecto a mi antigua experiencia con las letras que aquí encontrará? No mucho... quizás el que ahora tenga un título profesional bajo el brazo que a algunos les de la impresión de que quien aquí se expresa es un weón que habla "con propiedad". Por lo mismo ahora la cosa será más formal y metódica, llenando de apuntes y citas cada texto. Naa, mentira... seguiré siendo fiel a mi estilo: simple, sincero, directo y al hueso. Así que aquellos personajes picados a intelectualoides que se horrorizan al leer una chuchada los invito cordialmente a parar las weas de esta página. Eso o bien invitarme un café o una chela y así parafraseamos autores y otras pajas académicas face to face. Por ahora, mejor centrémonos en lo que importa: nuestro tema de turno. 

Declaración de principios

Quiero dejar en claro que, pese a mi agnosticismo declarado, no soy un "anti-religioso". Respeto las creencias de cada uno y por lo mismo me da igual si usted, mi estimado lector, le gusta creer en Dios, Buda, Alá o el elefante azul de cuatro brazos con tetas (nunca me supe su nombre). De hecho provengo de una familia católica (y hasta estoy bautizado en ella) y debo decir que en lo valórico se me entregó una gran formación. Y pese a que para mí la palabra del señor y la Biblia no pasan de ser cuentos de hadas o ciencia ficción de la peor calaña, no puedo obviar el hecho de que varias personas e incluso organizaciones enteras que apoyan su accionar en ciertos credos religiosos es bastante positiva, incluso más que la de ciertos ateos que blasfeman contra el mundo pero que poco hacen por mejorarlo. Y es que éstas a las que me refiero de seguro apoyan lo que alguna vez aquí mismo dije: si Jesús, tuvo de verdad existencia, sólo me lo imagino junto al pueblo y difícilmente al lado de ciertos personajes que transformaron su mensaje y obra en mitología lucrativa. Después de todo, no toda la religión institucionalizada (aunque sí la gran mayoría) ha obrado de una manera perversa, y desconocer el aporte de ciertos teóricos cristianos que defendían la teología de la liberación, o bien al cura pobre y choro de pobla que contribuyó a levantar campamentos en las tomas de terreno en nuestro propio país, sería ser un malagradecido de mierchica. Defiendo la creencia personal de cada cual, sin embargo...

Del dogma a la imposición

Como buen defensor de las libertades individuales, no soy quién para decirle a la gente qué debe y no debe creer, y lo mismo pasa con el predicar y difundir dichas creencias, siempre y cuando no sea obligación escucharlas. Por lo mismo usted es libre de agarrar el megáfono e ir a pararse en la plaza más cercana y predicar lo que quiera. ¿Cuándo entonces empiezan los problemas? Simple: cuando las creencias de algunos, por lo general pocos, se meten donde no les corresponde: en la elaboración de leyes y decretos que rigen a TODOS los habitantes de un país, esto es, en materias de política pública. Por lo mismo el título de lo que aquí escribo. Está bien que cada uno tenga ciertas ideas sobre cómo se debe desarrollar la vida social en un país determinado, por muy enfermiza que ésta sea (caso de los Opus Dei), pero si para ciertos grupos, como el mencionado, las mujeres son sólo vistas para tener hijos y la idea es multiplicarnos como conejos, por favor háganlo en sus propias familias y no inventen "bonos Opus Dei" para que los pobres también lo hagan. Lamentablemente, estos grupos fundamentalistas extremos no sólo existen en nuestro país, sino que también tienen la influencia y los medios para meterse en la vida de quienes nos interesa un pepino sus propias creencias.

Política Opus Dei, valores de Jaime Guzmán y vergüenza internacional

No es sorpresa para nadie cual es el lugar donde están representadas dichos fanatismos religiosos en la política del país, pues es sabido que es en la extrema derecha. Así, partidos como la UDI "popular" ni se arruga al promover leyes que se pasan por la raja las libertades individuales de las personas, juzgando a todos aquellos cuya conducta les parece incorrecta y pecaminosa. No por nada están en contra del aborto, el matrimonio homosexual, el uso de ciertas drogas y la eutanasia. Y es que esta secta, que incluso tiene organizaciones como La Fundación Jaime Guzmán, promueve y afirma a través de ésta ideas tan enfermizas como el que el matrimonio protege a las mujeres del femicidio. O bien no duda en asegurar que una niña de once años que fue violada está preparada para ser madre, justificando sus declaraciones en formas de vida propias del medioevo. Claro, no les queda otra para "argumentar" sus posturas basadas en el dogma, porque los estudios psicológicos demuestran todo lo contrario. Más terrible aún es que sea el propio presidente de la república el que apoya este tipo de declaraciones y afirma que efectivamente la niña está preparada para ser madre, dejándonos como chaleco de mono frente a la prensa internacional. Lo peor de todo es que no sólo se dan el lujo de promover leyes basadas en sus creencias para los demás, sino que varios de ellos predican con la pichula en la mano, y es que este doble estándar queda en evidencia cuando algunos se van de tarro, como el ex director de carabineros Cienfuegos, que se mandó declaraciones que afirman que él mismo conoció a "un alto jerarca UDI que le financió el aborto a la polola de su hija". Y es que esta gente tiene plata, no olvidar que fue esta misma secta la que le administró el modelo neoliberal a Pinocho, jurándole amor eterno a la vez que se enriquecía con él. Por lo mismo su posición social es distinta a la del rebaño de pobres a quienes imponen sus dogmas a través de la legalidad. 

Palabras finales

En resumen, lo que me da rabia es ver como ciertas personas apoyan en sus creencias y en la palabra "sacra" sus acciones que determinan la libertad de otros miles a quienes esas creencias poco les importan. Pero por favor seamos honestos, la Biblia se escribió hace miles de años, ¿van a invocarla nuevamente cuando se traten temas emergentes de los cuales los profetas de la época no tenían la más puta idea de su existencia, tales como aquellos relacionados a la bio-ética? Lo más probable es que así lo hagan, por incoherente que parezca. Así que ya saben, si quiere ser un buen cristiano ya conoce la receta: menos represión e imposición. Después de todo en el mismo Génesis 1:1 dice: "Al principio estaba la palabra. La palabra era Dios", la cual, en el texto original en arameo significa "amor" y "luz". Por tanto predique amor... amor y sentido común. Los demás creyentes y no creyentes se lo agradeceríamos. 

Saludos! 

PD: Como novedad de este blog versión 2.0. y siguiendo la tradición de otro blog que siempre seguí (o derechamente copiando la idea) les dejaré al final de cada entrada una canción que se relacione con el tema discutido. Y que mejor comenzar con una de mi banda activa favorita.